BILBAO.
Todos los artistas que han colaborado con Hassan Moufahid, el propietario de MH Gallery, han visitado Gernika, un viaje “muy espiritual”. Al marroquí Khalid El Bekay, conocer la tragedia que padeció la población vizcaína en 1937 le dejó un inesperado poso. “Me removió lo que vivimos hoy en el siglo XXI, lleno de “Gernikas” diarios”. Tras escuchar el relato del bombardeo, cogió papel y lápiz y dibujó “una bomba de la que nacía un árbol con raíces. No lo firmó y lo colgó en un mural, como hacen los niños que escuchan la crónica, cuenta Moujahid, que ejerció de cicerone en el Museo de la Paz.
El impacto le sugirió la idea de conmemorar el ochenta aniversario de la masacre con una ambiciosa exposición colectiva que reinterpretara el lienzo de Picasso. Entoncex, ni siquiera se había creado la galería bilbaína. “Quería proponer una reflexión sobre la convivencia, la violencia y la tolerancia”, explica El Bekay, convertido en comisario del proyecto.
28 artistas reinterpretan el ‘Guernica’ en MH Gallery
Al principio lo enfocaron “a lo grande” y al no recibir ayuda institucional, adaptaron formatos sin renunciar a la universalidad de la llamada. Solicitaron cuatro obras a 28 artistas y las piezas han llegado desde Europa, Estados Unidos, Latinoamérica norte de África, China, Australia y algún que otro país sumido en la desolación. “El sirio Ali Suliman, os contestó que no había problema en reflexionar sobre el “Guernica”, que en realidad todo su trabajo gira sobre ese tema”. “Gerni-K”, un título que mezcla el término vasco y la convulsa contemporaneidad que trastoca ideas y letras, se articula en torno a cuatro puzles con piezas de 30x30cm. Hay una curiosa armonía entre litografías, dibujo, pintura, fotografía, figuración y abstracción, alusiones directas a la obra maestra de Picasso y abordajes complejos, lleno de metáforas. A la francesa, Sophie Domont le impactó “el ejercicio de premeditada desinformación” que siguió al ataque, “que sigue muy vigente”. La bilbaína Zaloa Ipiña, admite que su influencia no ha sido Picasso, sino la propia atrocidad. “Mi trabajo remite a la destrucción, el espanto de ese experimento de guerra. ME sobrecoge lo poco que vale la vida humana y que , ochenta años después, siga sucediendo algo similar.